(Señale el dibujo para comparar con el corazón normal)
Izquierda corazón |
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El Prolapso de la Válvula Mitral y el Paciente Adulto
Los síntomas asociados al prolapso mitral pueden ir y venir con el tiempo, o pueden desaparecer completamente. El riesgo de derrame cerebral y arritmias es mayor al de la población general. Por estas y otras razones, es importante que una persona con PVM sea examinada por un cardiólogo regularmente.
Hay algunos cambios en el estilo de vida que pueden disminuir los síntomas del PVM. Se puede mantener una presión arterial normal teniendo el peso corporal adecuado, una dieta sana, y realizando ejercicio físico. Esto es importante, pues debe evitarse la hipertensión arterial, aún en grado moderado, en los individuos con PVM. Se debe evitar la cafeína si hay palpitaciones, y el cardiólogo puede hacerle otras recomendaciones sobre la dieta.
La frecuencia de las revisiones médicas dependerá de la presencia y severidad de los síntomas. En ausencia de regurgitación y de engrosamiento de la válvula mitral, las citas pueden ser una vez cada 5 años.
Si existiera regurgitación leve de la válvula mitral, el paciente debe revisarse cada 2 o 3 años, con ecocardiografía y electrocardiografía. También debe darse antibióticos para prevenir la endocarditis infecciosa.
Si la regurgitación mitral va en aumento, el paciente debe ser evaluado, por lo menos, una vez al año, a través de ecocardiografía, electrocardiografía y rayos-X. Medicamentos para prevenir la endocartidits infecciosa son necesarios en estos pacientes.
En los casos de regurgitación mitral severa, puede ser que su médico indique una prueba de esfuerzo y un monitoreo electrocardiográfico de 24 horas. En algunos casos, se darán medicamentos anti-arrítmicos y podría solicitarse un ecocardiograma transesofágico y/o un cateterismo cardiaco. Si hay sobrecarga del lado izquierdo del corazón y la regurgitación es muy crítica, se realizará una reparación o un reemplazo de la válvula mitral. |