Los pacientes a los que les hace falta la válvula pulmonar, tendrán insuficiencia de la válvula pulmonar, o sea, escape o regurgitación de sangre de los pulmones al ventrículo derecho. Mientras algunos pacientes pueden permanecer sin síntomas, con el tiempo se desarrollarán problemas en la anatomía y función del ventrículo derecho.

Por ejemplo, la dilatación progresiva del ventrículo derecho puede generar arritmias y otros síntomas. Eventualmente, esto pacientes necesitarán de un implante de una válvula protésica o algún otro tipo de cirugía reparativa.

Usualmente, la ausencia de la válvula pulmonar producirá una dilatación importante de las arterias pulmonares que persiste durante la etapa del adulto. Si no hay obstrucción bronquial, estas dilataciones no causarán síntomas y el paciente no necesitará tratamiento.  Sin embargo, en caso de que haya obstrucción bronquial, el paciente requerirá de una disminución quirúrgica del tamaño de las arterias pulmonares.

Hay pacientes que continuarán con  problemas  respiratorios aún después de la cirugía. Esto sucede porque algunos desarrollan obstrucción de las vías aéreas dentro de los pulmones antes de la cirugía,  causada por la gran dilatación de las arterias que se encuentra fuera de los pulmones.

Aquellos pacientes que hayan tenido un implante de una válvula pulmonar   protésica, necesitan de un monitoreo de la funcionalidad de la prótesis. La mayoría de válvulas pulmonares implantadas quirúrgicamente funcionarán bien por 10 a 20 años, antes de que se obstruyan y/o presenten insuficiencia valvular. Cuando sucede esto, es necesario reemplazarlas quirúrgicamente.